¿Por qué la ropa y las toallas se secan a máquina suaves y tersas, pero cuando se cuelgan para secarlas a menudo resultan ásperas o ásperas?
La mayoría de las fibras de la ropa están hechas de materiales vegetales, generalmente celulosa. Este material es muy duradero, fácil de trabajar y además es hidrófilo, absorbiendo tanto como sea posible hasta saturarse. En la lavadora, todas las fibras de la tela quedan empapadas de agua.
Cuando la celulosa se satura y se hincha, algunos de los enlaces de hidrógeno que la mantienen unida se rompen. Los enlaces de hidrógeno entre las cadenas de celulosa se regeneran a medida que el agua comienza a evaporarse, devolviéndolas a su estado fuerte.

En la secadora, las fibras de celulosa no pueden unirse firme y completamente debido al movimiento constante de la ropa. Esto le da a la toalla una sensación ligeramente esponjosa porque las fibras de algodón no están fuertemente unidas entre sí.
Cuando la ropa mojada se tiende para que se seque de forma natural, su permanencia permite que las fibras de celulosa reformen sus enlaces de hidrógeno de forma más eficiente. Cuando hay más enlaces entre las fibras significa más resistencia, dando como resultado una prenda que se siente más resistente.

Las secadoras de ropa son una excelente opción para quienes aprecian la comodidad y al mismo tiempo garantizar que su ropa no se raye. Sin embargo, esto también puede aumentar la fricción, desgastar la tela e incluso provocar decoloración.
Secar la ropa al aire también tiene la ventaja de ser respetuoso con el medio ambiente, ya que reduce las emisiones de carbono y el uso de electricidad, dejando la ropa en mejores condiciones. Sin embargo, la ropa que se cuelga para secar suele tener arrugas y costuras, por lo que es posible que tengas que plancharla antes de usarla. Es menos probable que esto suceda si se seca en secadora debido al movimiento constante.
Tener demasiado detergente en la ropa también puede empeorar el problema de las telas ásperas. Para reducir la sensación “crujiente” de las telas secas, reduzca la cantidad de detergente que utiliza habitualmente en un 20%.