Un nuevo estudio publicado el 8 de julio en la revista Nature muestra que las baterías de litio utilizadas en dispositivos cotidianos y en el almacenamiento de energía renovable pueden liberar más sustancias químicas al medio ambiente, lo que agrava el problema de la contaminación del suelo y del agua.
Las baterías de iones de litio pueden ser una fuente de “químicos permanentes”, un término que se refiere a la presencia de miles de sustancias polifluoroalquilo (PFAS) diferentes.

Durante décadas, se han utilizado “productos químicos permanentes” para ayudar a proporcionar una mejor resistencia al agua, la suciedad y el calor a los dispositivos. Recientemente, las sulfonimidas de bis-perfluoroalquilo (bis-FASI), un subgrupo específico de PFAS, se han utilizado como electrolitos y aglutinantes en baterías de litio.
Alrededor de las instalaciones de fabricación de baterías en todo el mundo, los investigadores han descubierto que los bis-FASI aparecen cada vez más en el suelo, los sedimentos, el agua y la nieve. También encontraron bis-FASI en fluidos que se filtraban de vertederos de baterías.
Las baterías de litio, desde el momento en que se crean hasta que se degradan completamente, son una fuente potencial de contaminación química a largo plazo.
Actualmente no existen regulaciones específicas para el manejo de este producto químico. Los PFAS se utilizan en todo, desde sartenes antiadherentes hasta envases de alimentos, pasando por conservantes de telas e hilo dental, por lo que sus impactos sobre el medio ambiente y la salud humana se subestiman en gran medida.
Las baterías de litio son cada vez más populares para los vehículos eléctricos y las energías limpias. Los autores del estudio detectaron bis-FASI en 11 baterías al probar 17 tipos diferentes de baterías utilizadas en computadoras portátiles, teléfonos inteligentes, tabletas y vehículos eléctricos.
El estudio fue diseñado para llamar la atención sobre los químicos PFAS, que se encuentran fácilmente en el medio ambiente pero a menudo se pasan por alto, y, lo que es más importante, aumentó la conciencia sobre los impactos del ciclo de vida de las baterías de litio.