Mucha gente quiere una relación seria y saludable. Sin embargo, querer y estar preparado para una relación es otra cuestión. Si no estás preparado para la relación seria que deseas, entonces nada funcionará o caerás en relaciones de corto plazo o “tóxicas”.

La buena noticia es que puedes hacer un esfuerzo para estar preparado para la relación que deseas. Puedes aprender habilidades para establecer relaciones, sanar tu relación contigo mismo y aprender cómo tener una relación saludable con tu pareja. Cuando haces las cosas necesarias, todas las relaciones cambiarán para mejor.
Si te preguntas si estás listo para la relación seria que deseas, consulta esta lista de formas en las que puedes saber si estás listo o si tienes más trabajo por hacer antes de entrar en una relación seria :
- El caos está APAGADO, en lugar de ENCENDIDO. Algunos ejemplos de caos son el sexting, salir con alguien con quien sabes que no puedes estar, salir con alguien a quien le gustas y a quien no, las adicciones, participar en actividades que causan grandes emociones (altibajos). Cuando alguien se muestra distante o está jugando, lo ves como una señal de alerta, no como un desafío. No te emocionas cuando alguien de quien has estado distanciado vuelve a ponerse en contacto contigo. No tienes espacio para esas tonterías. En una relación seria, intercambiamos ese caos (que parece emocionante) por estabilidad (que parece aburrida). Pero una vez que la estabilidad se vuelve placentera, ya estás listo.
- Te niegas a permitir que nadie te cause más dolor. Eso incluye un momento de ansiedad. Ahí es cuando dejas de aceptar menos de lo que mereces.
- Dejaste ir el control. Aprendes a aceptar la incertidumbre, lo que permite que una relación crezca o se desvanezca. Cuando intentas controlar, terminas intentando convertir algo que necesita disolverse en algo que funciona… y no funciona. O bien, creas algo que necesita tiempo para expandirse, solidificarse y crecer hasta convertirse en algo más grande demasiado rápido/demasiado pronto, lo que provoca su final. Cuando puedes dejar que algo se desvanezca o crezca y seguir adelante sin intentar controlarlo, estás listo.
- Estás buscando un par, no un proyecto. Permites que otros te cuiden, te amen y te apoyen, en lugar de volverte más hábil en cuidar, amar y apoyar a los demás. Te gusta que te cuiden como tú los cuidas.
- Es natural que alguien te guste y te sientas feliz. No dudas cuando le gustas a alguien. No pierdes el interés cuando le gustas a alguien. Piensas, "¡por supuesto que les gusto!"
- Confías en tu intuición para que te guíe por encima de todo. Confiar en tu intuición como guía es el máximo acto de amor propio. Cuando confías en tu intuición para que te guíe, sabes que has creado una relación saludable contigo mismo. Cuanto más sana sea tu relación contigo mismo, más probabilidades tendrás de tener una relación sana con tu pareja.