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¿Eres adicto a tu teléfono? ¡Esta configuración de Samsung te dirá la respuesta!
¿Eres adicto a tu teléfono? ¡Esta configuración de Samsung te dirá la respuesta!
Entre los mensajes de texto, los mensajes largos y el desplazamiento silencioso, muchas personas sienten que tienen el control. ¡Descubre Bienestar Digital en tu teléfono Samsung y descubre cuánto tiempo pierdes en él a lo largo del día!
Mucha gente abre la pestaña de Bienestar Digital por curiosidad, con la esperanza de ver cuánto tiempo pasaron en sus teléfonos ese día. Pero lo que encuentran es mucho más que eso.
El panel es sorprendentemente claro. Te muestra cuánto tiempo has pasado en tu teléfono y exactamente cómo lo has hecho. Puedes ver qué aplicaciones has usado con más frecuencia, cuántas veces lo has desbloqueado y cuántas notificaciones has recibido a lo largo del día.
Pero lo primero que te llamará la atención será la cantidad de desbloqueos. Decenas de desbloqueos en un solo día, muchos de los cuales ni siquiera notas. Luego están los cientos de notificaciones, principalmente de apps de mensajería y compras.
Cada aplicación tiene su propio uso, y no te llevará mucho tiempo descubrir cuáles usas más. Las redes sociales y las aplicaciones de video están en primer lugar. Lo que parecían unos pocos deslizamientos rápidos, en silencio, se convierten en horas.
Al cambiar a la vista por categorías, esto se hace aún más evidente. La mayor parte del tiempo frente a la pantalla se pasa sin hacer nada productivo. Casi todo está marcado como Social o Entretenimiento.
Las estadísticas diarias cuentan una historia que no puedes perderte
No es un pico aleatorio ni una casualidad. Al repasar tu semana, el patrón se hace evidente. Algunos días, el tiempo frente a la pantalla supera las 7 horas. Lo peor es que ni siquiera recuerdas qué estabas haciendo durante ese tiempo.
El informe semanal profundiza aún más. Muestra los promedios diarios, destaca las horas pico de uso y te indica qué días pasas más tiempo en la pantalla. Resulta que sueles estar con el teléfono después de las 2 a. m., y eso ocurre casi todas las noches. Eso explica por qué te sientes cansado por la mañana: has estado navegando por internet cuando deberías haber estado en la cama.
Luego están las notificaciones. Hay más de 229 alertas en un solo día, cada una un pequeño empujón que te saca del momento presente. Los datos de desbloqueo cuentan una historia similar. Coges el teléfono aproximadamente cada 10 minutos a lo largo del día. Esto ya no es algo ocasional. Se ha convertido en un acto reflejo.
Tu teléfono se ha convertido en tu escape habitual, un hábito del que dependes sin darte cuenta. Y cuando lo ves desplegarse ante ti, una cosa queda clara: necesitas retomar el control.
Establezca metas de tiempo frente a la pantalla (y comience a recuperar el control)
Conocer el problema es una cosa, pero actuar es el principio del cambio. Empieza con un objetivo de tiempo de pantalla. Bienestar Digital te permite elegir cuánto tiempo de pantalla quieres mantener cada día y luego lo registra con un círculo de progreso en tu panel. Intenta no pasar más de 3 horas.
Ver cómo el círculo se llena te hace tomar consciencia de una forma que nunca antes habías sentido. Si alcanzas el 75 % de tu límite al mediodía, necesitas bajar el ritmo. Ese recordatorio visual te ayudará a evitar abrir otra aplicación por costumbre, y es una de las maneras más fáciles de limitar el tiempo que pasas frente a la pantalla.
Luego, cambia a Temporizadores de Apps , que limita el tiempo que puedes dedicar a ciertas apps al día. Identifica tus distracciones más frecuentes y establece límites de tiempo estrictos: 30 minutos para X (anteriormente Twitter) y 1 hora para YouTube. Al alcanzar el límite, el icono de la app se vuelve gris, dejándola inaccesible hasta el día siguiente.
Al principio, es muy frustrante. A menudo intentas abrir una aplicación por reflejo, solo para recordar que ya terminaste el día. Funciona. Con el tiempo, dejas de usar el teléfono solo para llenar tus momentos libres y empiezas a apreciar el tiempo tranquilo y sin interrupciones.
Puedes agregar o quitar temporizadores fácilmente. Ajústalos varias veces durante la primera semana para encontrar el equilibrio adecuado. Con el tiempo, estos temporizadores se convertirán en barreras que te ayudarán a romper el hábito sin obligarte a renunciar a nada.
Alcanzar tu objetivo diario de tiempo frente a la pantalla es realmente satisfactorio. Bienestar Digital reconoce los días que lo logras, y ver esas pequeñas señales de progreso te motiva a ser constante.
No tienes que renunciar a tu teléfono. ¡Simplemente siléncialo por un momento!
No caigas en la tentación de dejar tu teléfono. Aún lo necesitas para trabajar, enviar mensajes, escuchar música, ver mapas y todo lo que importa. Así que empieza a explorar lo que el Bienestar Digital te ofrece para crear mejores límites.
El Modo Concentración se ha convertido en uno de mis favoritos. Con un solo toque, pausa las aplicaciones que te distraen para que puedas concentrarte en el trabajo, la lectura o simplemente estar presente. Las redes sociales , los juegos y otras aplicaciones que llaman la atención se silencian. Y si intentas abrir una aplicación por costumbre, tu teléfono te recordará sutilmente que está en pausa.
Ese pequeño cambio te ayuda a concentrarte en lo que estés haciendo. Ya sea que estés trabajando o descansando de la pantalla, el Modo Concentración te da el espacio que no sabías que necesitabas.
Por la noche, empieza a usar el Modo Dormir. Todas las noches, a las 11 p. m., tu teléfono se pondrá en escala de grises y desactivará todas las notificaciones. Los colores se desvanecen, el zumbido desaparece y tu teléfono se vuelve menos atractivo. Este sutil cambio te ayudará a conciliar el sueño más rápido.
Revisa tu informe semanalmente para ver cómo van cambiando las cosas. Te muestra tu tiempo promedio frente a la pantalla, qué aplicaciones sigues usando y en qué momentos del día eres más activo. Es emocionante ver una tendencia a la baja. El objetivo no es alcanzar una cifra perfecta, sino observar el progreso.
Con el tiempo, dejarás de mirar el teléfono en cuanto te despiertas. Dejarás de echarle mano a cada segundo libre. Y sin siquiera intentarlo, pasarás menos tiempo con él y llenarás esos pequeños huecos con cosas reales, como estirarte, caminar, hablar, leer o simplemente pensar.