El primer cambio notable es cómo desbloqueas tu iPhone. Con Face ID , el desbloqueo es sencillo: deslizas hacia arriba y tu teléfono está listo para usar. Con Touch ID hay que pensar con más cuidado. En lugar de simplemente mirar el teléfono, tienes que colocar el pulgar sobre el sensor y esperar a que escanee.
¿Es mejor Face ID o Touch ID?
La mayoría de los usuarios de Apple están familiarizados con Face ID y Touch ID, y algunos todavía extrañan Touch ID. Pero ¿qué método de autenticación es más efectivo?
Touch ID es rápido, a veces incluso más rápido que Face ID en determinadas situaciones (como cuando estamos acostados en la cama en un ángulo incómodo). Sin embargo, la diferencia está en los hábitos. Con Face ID, la gente está acostumbrada a tomar su teléfono y desbloquearlo instantáneamente. Touch ID requiere un paso adicional, lo que hace que el proceso parezca más intencional que automático.
Mucha gente nunca se detiene a pensar si es mejor Face ID o Touch ID. Sin embargo, después de una semana sin usar Face ID, sabrás la respuesta.
2. Descargar aplicaciones es menos conveniente
Una de las mayores sorpresas es lo mucho que extrañarás Face ID al descargar aplicaciones de la App Store. Normalmente, descargar una aplicación es fácil: toca dos veces el botón lateral, mira la pantalla y listo.
Con Touch ID, este proceso requiere un enfoque ligeramente diferente. En lugar de simplemente mirar el teléfono, tienes que colocar el pulgar sobre el sensor mientras sostienes el teléfono en el ángulo correcto.
Si sus manos están mojadas, sudorosas o desalineadas, Touch ID a veces no funciona, lo que lo obliga a reposicionar el pulgar o ingresar su código de acceso. No es una gran molestia, pero te hace apreciar la facilidad de descarga de aplicaciones que ofrece Face ID.
3. Revisar las notificaciones requiere más esfuerzo
Otro cambio sutil pero notable es cómo interactúas con las notificaciones. Con Face ID, puedes tocar o levantar el teléfono y la notificación se expandirá instantáneamente para mostrar la vista previa completa del mensaje a medida que te reconoce; se siente perfecto, como si el teléfono supiera intuitivamente cuándo lo estás mirando.
Con Touch ID, las notificaciones deben estar completamente visibles en todo momento (menos privacidad) o permanecer ocultas hasta que desbloquees manualmente tu teléfono. Como no hay escaneo de Face ID para mostrar notificaciones automáticamente, debes presionar el botón de inicio cada vez que quieras revisar los mensajes.
4. La función de seguimiento facial es limitada.
Volver a un iPhone con Touch ID también significa perder algunas de las funciones de seguimiento facial que muchas personas daban por sentadas.
Por ejemplo, los selfies en modo Retrato no son tan refinados. Sin el sistema TrueDepth de Face ID, la detección de bordes es imprecisa y los efectos de desenfoque del fondo son menos naturales.
Incluso las funciones divertidas del iPhone como Animoji y Memoji no funcionan de la misma manera. Mucha gente no los usa todos los días, pero es un recordatorio de que Face ID es más que una simple función de seguridad. Incluso los filtros avanzados de Snapchat no son tan fluidos.
Con Face ID, el desbloqueo se vuelve tan sencillo que a menudo tomas tu teléfono por costumbre, incluso cuando no hay una razón real para usarlo. Sin Face ID, el paso de presionar el botón de inicio o ingresar un código de acceso es suficiente para hacerte detenerte y reconsiderar. Sin embargo, este pequeño cambio le ayudará a reducir el tiempo innecesario frente a la pantalla. Por supuesto, este «beneficio» se obtiene a costa de la conveniencia. Pero si quieres ser más consciente de tus hábitos de uso del teléfono, el pequeño inconveniente de no tener Face ID podría jugar a tu favor.