Después de que Tim Cook asumió el cargo de CEO en 2011, en un esfuerzo por mantener la confianza pública en Apple, retuvo a los empleados senior pagándoles sin obligarlos a trabajar.
Seis semanas después de que Tim Cook asumiera el cargo de CEO, el ingeniero Bob Mansfield, un miembro clave del equipo de ingeniería de hardware de Apple, quiso abandonar la empresa. Esto ha preocupado a Tim Cook, ya que podría molestar a los accionistas. Convenció a Mansfield para que continuara trabajando por un tiempo con la promesa de una gran bonificación. Mansfield acordó quedarse y no hacer casi nada hasta hacerse cargo del proyecto Apple Car.

En 2015, Cook volvió a utilizar esta táctica con el diseñador Jony Ive cuando éste quiso irse. Después de la persuasión de Cook, Jony Ive aceptó quedarse con un salario alto y solo tener que trabajar uno o dos días por semana. En 2019, Ive se fue para fundar su propia empresa, pero Apple había pasado años asegurándole al público que Ive todavía estaba involucrado y poniendo mucho esfuerzo en su negocio.
El vicepresidente de marketing, Phil Schiller, también se dejó convencer para seguir gestionando la App Store utilizando un enfoque similar.
Gurman afirmó que Apple mantuvo esta táctica durante casi 13 años después de la muerte de Jobs. El ejemplo más reciente es el del director financiero Luca Maestri, que tenía previsto dejar el puesto el año próximo, pero fue persuadido a quedarse para asumir una serie de funciones, entre ellas la de asesorar a Tim Cook.