Los pinzones vampiros han vivido en la Isla Darwin y la Isla Wolf (ambas parte de las Islas Galápagos - Ecuador) desde hace 500.000 años.

De hecho, las Islas Galápagos albergan 13 especies diferentes de pinzones que evolucionaron a partir de un ancestro común. Para adaptarse a su propio entorno, cada especie de gorrión adapta su propia dieta. Hay aves a las que les gusta comer insectos, semillas, pistilos de flores… y hay especies a las que les gusta beber sangre de grandes aves marinas como el gorrión “vampiro”.
La isla Darwin y la isla Wolf tienen condiciones climáticas duras y la comida es escasa, incluso en la estación seca no hay comida. Por lo tanto, los gorriones "vampiros" se ven obligados a ingerir parásitos en la piel y las plumas de las grandes aves que habitan la isla, como algunas aves marinas, piqueros de patas rojas, etc. Con el tiempo, comienzan a succionar sangre mientras capturan parásitos. Sin embargo, este comportamiento sólo lo realizan cuando otras fuentes de alimento como semillas e insectos son escasas, lo que les obliga a beber sangre para sobrevivir.

El gorrión "vampiro" utiliza su pico afilado para picotear las alas de pájaros más grandes y beber su sangre. Como las aves más grandes están acostumbradas a que los gorriones las ayuden a "limpiar" los parásitos de sus cuerpos, no se defienden cuando les chupan la sangre.
Según los científicos, que los gorriones beban sangre es un comportamiento inusual y se trata de una "evolución" para adaptarse al medio ambiente.

La sangre contiene pocos nutrientes esenciales pero demasiada sal y hierro. Pero como el sistema digestivo del gorrión “vampiro” posee un tipo de bacterias intestinales llamadas Peptostreptococcaceae que pueden digerir estas dos sustancias, cuando es necesario, están listos para utilizar esta fuente de “alimento”.
Incluso si no hay comida, atacarán a las aves marinas y a sus crías para beber su sangre.
Los gorriones "vampiros" no sólo beben sangre, también roban huevos de otras especies y luego los empujan contra las rocas con sus patas hasta que se abren para poder comérselos. Debido a la escasez de alimentos, para sobrevivir, este gorrión “vampiro” también come excrementos de pájaros y restos de pescado de otros depredadores.