La línea de producción inteligente en la fábrica de casi 4.000 metros cuadrados de Tianjin, en el norte de China, aplica nueva tecnología para instalar cables, acortando el tiempo de producción de satélites de medio año a 20 días.
Aquí operan principalmente brazos mecánicos y vehículos autónomos, que requieren muy poca intervención humana, aumentando así la eficiencia de la producción en más de un 40%.
La línea de producción inteligente es capaz de producir 240 pequeños satélites que pesan menos de una tonelada por año.
Durante el proceso de producción, las máquinas pueden utilizar automáticamente el proceso de control, los datos de análisis y los resultados operativos se envían a la terminal para el control en tiempo real, logrando la transformación de la producción de satélites a una producción en masa e impulsada por datos de satélites personalizados.
Cada satélite consta de muchos cables en muchas capas diferentes, por lo que el ensamblaje de cables es uno de los problemas más difíciles en la fabricación de satélites. Para solucionar este problema, los investigadores desarrollaron un sistema de guía digital, cada proceso se proyecta en un satélite para que los trabajadores puedan ensamblar el cable paso a paso.
Cada punto de producción está diseñado para tener un tiempo de trabajo de 1,5 días. Si se excede este tiempo, los productos posteriores no podrán procesarse a tiempo, lo que afectará la capacidad de producción general.
El primer satélite se produjo en mayo del año pasado, lo que marcó el inicio de la producción en masa en China.