Uno de los conceptos erróneos más comunes sobre los agujeros negros es que no sólo se tragan la materia, sino también la historia de esa materia. Entonces, cuando se forma un agujero negro , sólo podemos adivinar cómo se creó.

Esto no es del todo cierto.
La historia de la información sólo se pierde cuando la materia cruza el Horizonte de Eventos, y quizás incluso cuando no lo hace. La materia que rodea a un agujero negro todavía tiene una rica historia.
En un estudio reciente, los astrónomos utilizaron esa historia para explorar los orígenes de un sistema de agujero negro. La historia comienza con un sistema llamado GRO J1655-40. Es un sistema binario que contiene un agujero negro con una masa de aproximadamente siete soles y una estrella compañera con una masa de más de tres soles.

Según la comprensión de las estrellas, el sistema originalmente constaba de dos estrellas, pero la estrella más grande explotó como una supernova y se convirtió en un agujero negro.
Esto significa que el sistema actual está formado por una estrella, un agujero negro y los restos restantes de la estrella que explotó.
Para comprender la historia de ese sistema, el equipo analizó datos de 2005 de la nave espacial Chandra, tomados cuando el sistema era particularmente brillante en el rango de rayos X.
Gracias a que Chandra recopiló datos espectrales del sistema, el equipo pudo utilizar esos datos para identificar los diferentes elementos que contiene. Pudieron determinar la presencia y abundancia relativa de 18 elementos.
Aquí es donde entra en juego la arqueología de la astronomía. Los elementos creados en el núcleo de una estrella dependen de la masa y composición iniciales de la estrella. Al observar 18 elementos y sus abundancias, el equipo recreó cada característica de la estrella original.
Descubrieron que la estrella progenitora del agujero negro tenía una masa de 25 soles, eclipsando a su estrella compañera. Esto significa que la mayor parte del material de la estrella original fue expulsado al espacio interestelar, ya sea por la explosión de supernova inicial o por vientos estelares posteriores generados por el sistema a lo largo del tiempo.
Este tipo de reconstrucción permite a los astrónomos ver cómo evolucionan las estrellas binarias y cómo la estrella más grande se convierte en un agujero negro o una estrella de neutrones.
Al utilizar este método en otros sistemas, deberíamos poder modelar mejor la dinámica de las estrellas moribundas.